El boom de los espacios exteriores post COVID-19

Muchos coincidiremos con que el boom de los espacios de exterior comenzó como una necesidad en la era COVID.

El confinamiento nos mostró nuestras carencias en las viviendas, haciéndonos valorar cada ventana, cada balcón y cada metro cuadrado, obligándonos a adecuar nuestras viviendas a unas nuevas necesidades y a nuevas prioridades. El teletrabajo se instaló en nuestros hogares de la noche a la mañana. Aquellos que contaban con un espacio exterior se volcaron en la adaptabilidad del mismo, transformándolo en un espacio más confortable y funcional, sacándole el máximo partido y disfrute. Otros ansiaron y decidieron directamente un cambio de vida y cambiarían sus residencias urbanas por otras más rurales, donde disfrutar del aire libre. Así, los exteriores se han ido convirtiendo en el epicentro del hogar, albergando actividades que antes tenían lugar en otras estancias de la casa o fuera de la casa.

El boom de los espacios exteriores post COVID-19

Por ello, esa necesidad inicial que parecía algo temporal, pronto se convirtió en un cambio en el estilo de vida que puede haber llegado para quedarse, aunque esto sólo el tiempo lo dirá, por ahora ya estudios indican que se mantendrá un crecimiento sostenido hasta 2030 de en torno a un 3%. Tras el COVID y tras la ansiada vacunación, todo apunta a un resurgir, en el que las personas tienen enormes ganas de vivir, de recuperar un “tiempo perdido”, de disfrutar del aire libre, de la playa, del mar, del campo y de las terrazas. Un boom de los espacios exteriores que se potenciará en la nueva era POST COVID. Pero, ¿hasta cuándo durará?

Lo que sí podemos constatar por ahora es la clara transición que están sufriendo los espacios exteriores en el sector Hospitality. Han pasado de ser sólo utilizados cuando el clima lo permitía, normalmente en la temporada de primavera y verano, a tratarse de un espacio presente durante todo el año. Es por ello que su adecuación se ha convertido en una tarea necesaria, que se extiende a la oficina. La incertidumbre es si esta necesidad traspasará la era Post COVID-19 y habrá llegado para quedarse, o si se tratará de un boom temporal que pasados dos o tres años desaparecerá, y los interiores recuperarán su protagonismo.

Desde finales del 2020, la demanda de proyectos Contract para el amueblamiento de terrazas de restaurantes y bares, casas rurales y hoteles se ha disparado, suponiendo un importante crecimiento para las ventas de mobiliario de exterior. Es un momento dulce para el amueblamiento exterior y paralelamente también para la adecuación del mobiliario de interior para su uso en espacios interiores ventilados o en espacios exteriores cubiertos, que no dejan de ser semi-exteriores y que entendemos serán la tendencia en los nuevos proyectos.

Muchos espacios exteriores están siendo redefinidos y transformados con todo el estilo y comodidades que antes sólo se encontraban en espacios interiores. Y a su vez, los espacios interiores también serán contemplados con esta nueva visión hacia el exterior, donde la ventilación, los ventanales o las vistas tomarán un gran protagonismo.

 

El boom de los espacios exteriores post COVID-19

 

Algo que no deja indiferente a los nuevos espacios de trabajo y al mundo de la oficina. Una mayor convivencia les espera a ambos tipos de amueblamiento, donde exterior e interior pueden terminar fusionados en espacios polivalentes.

Los materiales cobran una gran importancia, ya que el mobiliario exterior pasa de almacenarse durante más de la mitad del año, a ser piezas presentes durante todas las estaciones, lo que conlleva no solo pensar en una mayor durabilidad del mueble sino también en un mayor confort y estética acogedora de la estancia, con unos presupuestos diversos, más allá del Hospitality de lujo, que amplían el mercado. Materiales idóneos para exterior como el aluminio, el ratán, y las resinas dan cabida a otros materiales, como el acero, que se utiliza más en interiores, pero a los que con tratamientos y revestimientos adecuados con pinturas epoxi de poliéster, se les hace perfectamente aptos para espacios exteriores o semi-exteriores.

En cuanto al diseño, el mueble de exterior siempre ha tenido una expansión no tan estacional hacia el Caribe y América, donde estos espacios son el atractivo de un clima que los acompaña prácticamente todo el año, por lo que el diseño acompañando al lujo, siempre ha estado muy presente y es sin duda un valor añadido de las grandes marcas de mueble exterior que han venido proyectando sus ventas hacia esas exportaciones. Ello contrasta con nuevos espacios en lugares donde el clima estacional determinaba que el diseño podía no ser tan relevante al tratarse de un mobiliario temporal, estacional o incluso inexistente, ahora en esta era post COVID, el diseño y el confort en cualquier espacio exterior cubierto o de intemperie pasará a un primer plano. Se busca la concordancia entre el mobiliario de interior y el de exterior, muchas veces buscando una polivalencia, mobiliario que tenga cabida tanto en espacios interiores como exteriores.

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