Cuando acabe la cuarentena iremos a una "nueva normalidad". ¿Qué cambios traerá para nuestros hogares?
El coronavirus vino para quedarse para siempre de alguna manera y nos afectará en todos los ámbitos de la vida, también en nuestros propios hogares, en relación a la seguridad y protección de las personas con las que convivimos y también en relación con quienes trabajan en nuestras casas o nos visitan.
La entrada seguirá siendo uno de los puntos más importantes de la casa, su primer impacto visual. Pero si hasta la fecha era un espacio de recepción y tránsito, a partir de ahora se convertirá en un espacio que deberá incorporar medidas de saneamiento a todo aquel que acceda al hogar.
Deberemos:
- Importar la tradición nórdica de dejar el calzado fuera o en la entrada de casa. Si no teníamos zapatero, será indispensable.
- Facilitar a los visitantes zapatillas cómodas, pueden ser como las de hotel, que luego se pueden lavar para transitar con total libertad y seguridad por la casa.
- Si no contábamos con ello, un perchero donde dejar bolsos y abrigos será fundamental. Los expertos recomiendan que ninguno de los dos traspase la entrada, y deberemos ser muy exigentes con esto. Un cesto también nos ayudará.
- El baño de cortesía de la entrada no debe concebirse solo como un espacio de higiene, sino de saneamiento y desinfección. Además de las jaboneras, habrá que tener dispensadores de geles de desinfección.
- Este aseo deberá ser un espacio cómodo, con detalles acogedores, no un espacio frío y aséptico, ya que será parte de la más cálida bienvenida a visitantes y amigos.
Nos acoplaremos a nuestras necesidades, por ejemplo, con un estudio en casa
No cabe duda de que esta contingencia dejará huella de la experiencia vivida y un sentimiento de preparación o previsión ante futuras situaciones similares que hará que deseemos tener nuestros hogares perfectamente preparados.Es posible que, tras la contingencia, conciliando intensamente nuestras vidas profesionales y personales tengamos una idea clara de qué espacios nos resultan imprescindibles de ahora en adelante: un despacho, una terraza o una zona para ejercitarnos seguramente formen aún más parte de nuestro día a día.

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Seguramente, debamos adaptar nuestra casa para tener:
- Una zona de estudio donde poder trabajar y concentrarnos, aunque sea en tu dormitorio, con buena conectividad en los que poder trabajar por medio de video llamadas cómodamente.
- Un balcón o terraza más agradables y equipado para utilizarse por más tiempo.
- Mejores cocinas. Si ya la llamábamos "el corazón del hogar", estos días nos han confirmado que preparar alimentos nos calma, nos da estabilidad y nos ha sentir bien con nuestra familia. Iremos menos a restaurantes, por lo que cocinaremos aquellos platos que nos gustan en casa.
- Espacios con material fitness, y un baño con columna de ducha que nos ofrezca vapor, chorros o una mini sauna en casa, ya que acudir al gimnasio muy probablemente se vea limitado.
- Espacios de ocio audiovisual, ya que iremos poco al cine, pero veremos muchas películas. Esto incluye pensar en un nuevo proyector, una tele mejor, el sofá bien orientado
Y no olvidemos la limpieza. Nuestros hábitos cambiarán y deberemos ser muchísimo más cuidadosos. Elementos como las manijas de las puertas o los tiradores, pasarán a incorporarse a la rutina cotidiana. Prestaremos más atención a la desinfección del hogar, especialmente a la entrada, para que nos sirva de 'bloqueo' del virus. Y un detalle clave: el teléfono. Es una de las causas de la propagación de la pandemia. Habrá que limpiarlo cada vez que volvamos a casa, así como evitar que lo toque otro miembro de la familia.
En resumen, deberemos dar respuesta a todas aquellas necesidades, deseos, sueños e incomodidades que hemos vivido durante estas largas semanas de aislamiento, durante las que el ocio, el deporte y los servicios que hasta ahora podíamos disfrutar fuera de nuestro hogar (cine, restaurantes, parques…), los hemos tenido que acomodar en casa.
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